29 de septiembre de 2008

La solución a la crisis económica

Traemos buenísimas noticias: la crisis económica tiene una solución fácil y rápida, y nuestros expertos en cuestiones financieras nos la han aportado.

Por ejemplo, Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, sugiere "flexibilizar la extinción del contrato laboral en España". Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, opina, por su parte, que "la cláusula de la revisión salarial de los convenios es especialmente nociva". Estamos hablando de dos de los más altísimos cargos en el mundo empresarial y financiero español. Y la solución que aportan a la crisis, en resumen, es que se despida mucho más barato (o gratis) a los trabajadores, y que se les congelen los sueldos.

A ver si lo he entendido: suben los intereses de las hipotecas ( y el precio del dinero en general) exponencialmente, suben los precios de los artículos de primera necesidad, suben los impuestos indirectos (ésos que pagamos por igual Díaz Ferrán, Fernández Ordoñez, Botín, la duquesa de Alba y yo), los bancos nos cierran sus puertas, muchísimos ciudadanos de a pie se han visto abocados directamente al paro o a la ruina total. Y la solución es que nos despidan más fácilmente y que no podamos revisar las subidas salariales.

Pero eso no es todo: los que se están atreviendo a buscar las causas de la crisis y a aportar soluciones, haciendo un análisis más "profundo" de la cuestión, nos enseñan que el problema de la actual situación es el "enorme gasto social".

¿Ha quedado claro? Los gerifaltes de las finanzas, los grandes especuladores de la Bolsa, los que han arrasado el mercado financiero (y parecen dispuestos a arrasar el "mercado real"), los bancos nacionales que permitieron los tipos de intereses pasados, los gobiernos que hicieron la vista gorda con la especulación de la vivienda, etc, etc, están destrozando el sistema que ellos mismos crearon, pero la culpa es de los trabajadores, de los funcionarios, de los que llevamos a los niños a la escuela pública o vamos al médico de la Seguridad Social, de los ancianos que cobran su miserable pensión y de los pobres en general.

La crisis es galopante (ya no la niegan ni siquiera ZP o Solbes, y hasta Sarkozy y Bush han dado el puñetazo en la mesa) y no parece que sea un ciclo recesivo corriente (un pico bajo normal), pero los que la han provocado, no sólo no se ven afectados sino que siguen ganando más y más. Los que se quejan del "excesivo gasto social", ponen la mano para recibir las inyecciones del Estado (para recompensar sus pérdidas en el "gran casino financiero") y, al final, la culpa es del pueblo, de los trabajadores y de los pobres. ¡Claro! Y fíjense si será verdad todo esto que hasta Aznar nos ha echado la culpa.

Resulta que los trabajadores matamos a Manolete (cual Fuenteovejuna) y aquí la sociedad civil, el pueblo, la gente no reacciona. Podría sacarse algo bueno de esta situación si la misma nos llevase a una reflexión profunda (desde el punto de vista teórico -para acabar comprendiendo, de una vez, que este sistema neoliberal salvaje no funciona y empezar a estudiar alternativas reales y viables-, y desde el punto de vista militante -para empezar, ya de una vez también, a hacer algo realmente sonado y eficaz para cambiar las cosas-). Pero ni se oyen muchos intelectuales hacer un análisis mínimamente serio y profundo (más allá de los mequetrefes anteriores, que van a reventar de cinismo) ni el pueblo afectado se plantea nada, que no sea rezar a Santa Bárbara para que a él le coja confesado.

Para mí, lo más triste es que hasta los que más padecen la crisis, si se les resolviera su problema particular, no les importaría que todo volviera a su cauce anterior. Y así nos pinta el pelo.

Los ladrones y asesinos del planeta (sí, he dicho asesinos: estaba pensando en los que generan guerras y matanzas civiles para mantener el sistema económico) se han cargado la gallina de los huevos de oro (que ellos mismos crearon), y en el entierro de la misma, nos quieren meter en la fosa a los que padecimos sus picotazos.

Creo que Robin de los bancos se ha quedado corto. Es hora de que nuestra primera acción militante consista en empezar a quemar bancos. No es tan difícil: un pasamontañas o careta (para engañar a la cámara de seguridad), un bote de gasolina y una caja de cerillas. No es necesario que el banquero esté dentro. Todavía nos consideramos "no violentos". Se puede hacer de noche, que es más pacifista y se corre menos riesgos.

¿Alguien se apunta?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando la cosa va bien tiene que haber contención salarial para evitar que la economía se vaya al carajo.

Ahora que ya se ha ido allí, tiene que haber contención salarial y flexibilidad laboral=facilidad para despedir.

Las causas de esta crisis no está en las condiciones laborales. Es la avaricia del sistema financiero la causante.

Im-Pulso dijo...

Lo más aberrante es que esas propuestas (el despido libre o la abolición de la revisión salarial) no sena contestadas por según quienes.
La patronal y el Banco de España cumplen con su papel y su función, los que incumplen son otros.
Saludos.

Sólo quien ama vuela dijo...

Ahí llevas mucha razón, Félix.

Rebelion

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