4 de marzo de 2009

Ojo por ojo

Ameneh Bahrami, mujer iraní de 30 años, rechazó en 2004 a un pretendiente. Éste, despechado, le arrojó ácido a la cara, deformándola y dejándole ciega. Hasta aquí la historia es, lamentablemente, una más entre tantas agresiones machistas.

Ameneh, sintiéndose amenazada, salió de su país y se instaló en Barcelona. Ahora vive, aduras penas, con una pensión de 400 euros que le concedió el gobierno español.

Ayer nos enteramos de esta noticia, pues ella ha conseguido que un tribunal iraní le permita aplicar la ley del Talión, vigente en Irán, y cegar a su agresor con ácido. Pero ella sólo podrá quemarle un ojo pues, según la legislación de su país, una mujer vale la mitad de un hombre.

Ella está dispuesta a llevar a cabo su venganza, con la ayuda de alguien pues siendo ciega difícilmente atinará con el ojo. Aunque lamenta que a su agresor (ahora víctima) vayan a dejarle dormido para su ejecución.

Terrible historia desde el principio hasta el final, si nadie pone algo de razón en toda esta locura. Entiendo, aunque es muy difícil ponerse en el pellejo de Ameneh, que ella quiera venganza, pero alguien en la administración de justicia española debería decir algo. Lo que va a hacer, aunque sea un derecho reconocido en su país, está prohíbido en el nuestro y va contra los derechos humanos.

Por ejemplo, un inmigrante de nuestro país no puede llevar a su hija a su país, donde la ablación esté permitida, y amputarle el clítoris sin que el peso de la justicia caiga sobre él. Por más cabrón que sea el tipo que la dejó ciega, ella no tiene derecho a hacer esto.

Y esto enlaza con la solicitud de cadena perpetua para los asesinos de niñas. Si se aprobara, ¿pediríamos la pena de muerte? ¿Pediríamos que murieran los asesinos de igual manera que sus víctimas?

Ya lo dijo Ghandi, "ojo por ojo y el mundo acabará ciego".

6 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anuskirrum dijo...

Lamentando profundamente las odiosas violaciones a la libertad de las mujeres, que se producen en ese país, también reclamo un poco de cordura, que ayude a concedernos unos a otros un poco más de humanidad.
La solución no consiste en convertirnos todos en asesinos, o violadores.
No sé la solución, pero no es esa...

Anónimo dijo...

Hay una gran diferencia entre un asesino y una persona que busca venganza y es que el asesino es capaz de matar sin ningún motivo y a quienes se le pongan delante. La persona que busca venganza quiere que el agresor y unicamente el agresor sufra por el daño que ha hecho.

Anónimo dijo...
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Sólo quien ama vuela dijo...

Lamentablemente he llevado unos días sin poder mantener la página. Aprovecho un hueco para borrar dos comentarios.

No es nada personal, eran educados y no insultaban ni faltaban el respeto a nadie. Pero estaban escritos con vocabulario tipo "SMS". Es política de este blog no admitir comentarios de este estilo. Así se explica en la ventana que se abre para escribir comentarios.

Lo siento.

Sólo quien ama vuela dijo...

Por otro lado, como tantas veces, estoy de acuerdo con Anuskirrum.

En cuanto al anónimo de la diferencia entre el asesino y el vengador, no sé si estableces tal diferencia sólo para que conste o para justificar la venganza.

Si es el último caso, no es bueno ni legal en España tomarse la justicia por su mano. Aunque reitero que lo que le sucedió a Ameneh es terrible y entiendo que ella busque venganza. No la juzgamos a ella, juzgamos a un estado, el español, que no sabe/no contesta ante alguien que pretende tomarse la justicia por su mano. Aunque sea legal en Irán.

Saludos.

Rebelion

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