¿Es Sevilla una ciudad sostenible?

Así titulaba Antonio Chamorro este artículo, aparecido en el Diario de Sevilla el 26 de marzo. Con motivo de la reunión en Sevilla de la Asociación Internacional de Municipios por la Sostenibilidad (ICLEI), con 1500 participantes, el autor hace un repaso del grado de cumplimiento del acuerdo de Aalborg por parte de la ciudad de Sevilla. Desde un punto de vista que pretende ser objetivo Chamorro destaca las debilidades y fortalezas de la ciudad en este asunto.

Es evidente que a Sevilla le queda muchísimo por hacer y, en este sentido, el análisis que hace está bien, pero pasa de puntillas por temas que me parecen importantes. El citado acuerdo de Aalborg no sólo habla de sostenibilidad ecológica, sino que es un concepto más amplio y, por tanto, más ambicioso.

Así, como bien señala el autor, el compromiso de Aalborg obliga a impulsar una “democracia participativa en los procesos de toma de decisiones locales”, lo que incluye también la toma de “decisiones participativas, responsables y transparentes”. Y aquí discrepamos, Chamorro tilda de "experimento" los presupuestos participativos. Es posible que estos sean muy modestos, aunque premiados, y me alegra que a él también se lo parezca, pero hay que recordar que antes del actual gobierno municipal no existía nada de esto y que fueron aprobados, con el voto en contra e incluso su guasa del PP y el PA, gracias a la entrada de Izquierda Unida en el gobierno municipal. Aún así queda mucho por hacer, por supuesto.

También habla dicho acuerdo del "compromiso social". En este apartado señala el autor que poco se ha avanzado en "El Vacie", "Tres mil viviendas" y otras barriadas. Me alegra también que le parezca poco, pero aquí también hay que destacar que el plan de las tres mil viviendas, presentado por Izquierda Unida, fue aprobado por unanimidad en el pleno del ayuntamiento. De manera que este asunto es, probablemente, la gran aportación del grupo municipal de IU al gobierno de la ciudad. Pero esto no se sabe, porque la prensa, lógicamente, ha considerado que al ciudadano le interesa más la pérdida de la cubierta de la Davis que un plan para todo un barrio aprobado por unanimidad.

De manera que, siendo cierto que todavía falta mucho por hacer, también es cierto que, en cuanto a sostenibilidad, el avance de la ciudad en los últimos cuatro años ha sido espectacular. Tengan en cuenta que antes estábamos gobernados por partidos políticos que, aún hoy, se ríen de los presupuestos participativos. Es por eso que, en mi opinión, el pacto de izquierdas en el ayuntamiento de Sevilla ha sido tremendamente positivo, al menos en el asunto de la sostenibilidad.