10 de marzo de 2008

Bipartidismo feroz

Pasada la euforia de comprobar, como ya sospechábamos, que lo del empate ténico era una mentira más, hacemos un análisis más frío de los resultados electorales: un 83´77% de los votos para dos partidos. Me quedo con eso.

Me quedo con el hecho de que una fuerza política que votan un millón de españoles, se queda con dos diputados. ¿Qué le cuestan: seiscientos mil votos cada escaño? Si cerca del 92% del hemiciclo se lo reparten los dos grandes, y el exiguo resto es para el total de todos los demás, la "democracia" española se parece cada vez más al reparto de la riqueza en el mundo. Pero, visto lo visto, me da a mí que antes acabamos con el hambre en la Tierra que con el injustísimo sistema electoral español.

Por sacar alguna conclusión optimista, me concentraré en pensar que, al menos, no expulsarán a los inmigrantes hambrientos, que se luchará por llegar al 0´7%, que los homosexuales, las mujeres y los ancianos enfermos no perderán sus derechos y que seguiré enseñando Educación para la Ciudadanía.

Par otros debates (como el crear otro tipo de sociedad, de ciudadano, de sistema económico, de relación Estado-Mercado) me temo que habrá que seguir esperando.

La cuesión es que si la mayoría de los partidos que representan otras formas de entender las cosas, las alternativas, la alteridad y la diferencia, son convidados de piedra a un banquete del que apenas les dejarán las migajas, me pregunto si iré a votar la próxima vez. Total, para lo que sirve...

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