24 de marzo de 2008

Niño de la calle

No sé, no puedo, ni quiero, pasar de largo
ante esa mirada profunda, triste, arrugada,
que grita desde el fondo de tus ojos, llorosos,
y se expresa en tu ajado rostro infantil.

Tu mal olor no me repele, pero me inquieta,
tu suciedad no me asquea, pero me denuncia;
te has quedado a vivir en esta fría acera,
junto a la cruel indiferencia del transeúnte.

Quizá llegue el día en que ya no estés tú aquí
y tu rincón no sea más que un rincón más,
quizá el trecho de calle donde habita el olvido,
quizá ocupado por otros ojos tristes de niño.

No hay comentarios:

Rebelion

Web Analytics