8 de octubre de 2008

Aquí un banquero, aquí un patriota

Manolo Saco
Público

Anteayer por la tarde, los ojos de media España se dirigían al palacio de la Moncloa, donde Rodríguez Zapatero recibía a los presidentes de los más importantes bancos y cajas de ahorro, con el fin de pulsar su estado de ánimo y, sobre todo, su estado de cuentas. Era el día siguiente de la reunión de los geochos europeos con Sarkozy, una reunión que acabó como el rosario de la aurora en la que se llegó al acuerdo histórico de que cada país hiciese lo que le viniese en gana.

Al mismo tiempo, el ministro Solbes se reunía con sus colegas de la UE para llegar a conclusiones un poco más concretas: fijar en un mínimo de 40.000 euros la garantía mínima de los depósitos bancarios. Y todo ello a pesar del aliento inestimable del PP que, por boca de su vicesecretario de Comunicación advertía que está muy bien eso de que nuestro presidente del Gobierno se reúna con los banqueros, aunque más le gustaría, dijo, "verlo reunido con los ahorradores".

Ustedes pensarán que alguien que suelta semejante insensatez en situación tan delicada es un perfecto imbécil o por lo menos un irresponsable, es decir, que no tiene responsabilidad alguna. Pues no. Es Esteban González Pons, el portavoz del PP, un hombre de verbo generalmente discreto, como cuando comparó el suicidio asistido, la eutanasia, "con liquidar al personal con cargo a la Seguridad Social". Un político de raza, vamos.

Pues lo que son las cosas, ese día de ayer se recordará, a pesar de González Pons, por el empeño con que socialdemócratas y liberales, en perfecta comunión, intentaban asegurar los depósitos de los clientes de la banca y cortar de raíz cualquier brote de histeria.

Como la mía. Os cuento. Por la mañana había acudido a mi sucursal bancaria para hacer un pequeño trámite. Se trata de uno de esos bancos españoles citados por el Financial Times como modélicos. El local estaba a rebosar de gente de toda edad y condición, haciendo cola delante de las cajas. Me asaltó un ataque de histeria, pues me dio por pensar que la maquinaria del miedo puesta en marcha por el PP había dado por fin sus frutos, y que se había formado aquel reguero de clientes para retirar fondos. "No -me explicaron amablemente-, se trata de todo lo contrario: es para ingresar. Ocurre esto desde hace varios días". ¿Está tomando el pequeño ahorrador a esas entidades como bancos-refugio?

Atentos, porque Pons ya tiene a estos banqueros en la lista negra de los antipatriotas.

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