El “VI Informe sobre exclusión y desarrollo social en España” de Cáritas nos dice que hay 8 millones y medio de españoles pobres (con una renta mensual menor a 560 €) y, de ellos, un millón y medio en pobreza extrema. Un informe elaborado antes de que los desastres de la crisis financiera actual. Esto significa dos cosas: en primer lugar es obvio que la realidad hoy día es aún peor y segunda, que todos estos años de bonanza económica que hemos “gozado” sólo han servido para enriquecer a pocos y dejar en la estacada a los de siempre.
Este informe es otro dato más para concluir que este “magnífico” sistema socioeconómico llamado capitalismo es un desastre se mire por donde se mire. Sólo sirve para concentrar la riqueza a consta del sufrimiento de la mayoría.
Si nuestra sociedad civil estuviese articulada y cohesionada sería un motivo más (pues ya hay bastantes) para tomar la calle y exigir que el dinero común vaya a los empobrecidos y no a los enriquecidos bancos (premiados por su mala gestión y su codicia feroz). Y es que según Cáritas (que por cierto se encuentra desbordada con tanta solicitud de ayuda) con unos 2000 millones de euros se podría acabar con la pobreza extrema en España y transformar radicalmente las desigualdades existentes. Pero claro, nuestros políticos no tienen esta cantidad de dinero para ello, pero sí tienen 150.000 millones (75 veces más) para “apoyar” a nuestro sistema financiero.
Creo que es hora de obligar a nuestros políticos a defender a los últimos, de decirle a los banqueros que no nos quiten el dinero de todos, a las grandes empresas que sean socialmente responsables y no se lucren a costa de tantos.
Sigue siendo hora de gritar que este mundo tan rico no puede tener tantos pobres. Es sencillamente inmoral y inhumano que permitamos esta injusticia en nuestra casa y en el mundo.
Este informe es otro dato más para concluir que este “magnífico” sistema socioeconómico llamado capitalismo es un desastre se mire por donde se mire. Sólo sirve para concentrar la riqueza a consta del sufrimiento de la mayoría.
Si nuestra sociedad civil estuviese articulada y cohesionada sería un motivo más (pues ya hay bastantes) para tomar la calle y exigir que el dinero común vaya a los empobrecidos y no a los enriquecidos bancos (premiados por su mala gestión y su codicia feroz). Y es que según Cáritas (que por cierto se encuentra desbordada con tanta solicitud de ayuda) con unos 2000 millones de euros se podría acabar con la pobreza extrema en España y transformar radicalmente las desigualdades existentes. Pero claro, nuestros políticos no tienen esta cantidad de dinero para ello, pero sí tienen 150.000 millones (75 veces más) para “apoyar” a nuestro sistema financiero.
Creo que es hora de obligar a nuestros políticos a defender a los últimos, de decirle a los banqueros que no nos quiten el dinero de todos, a las grandes empresas que sean socialmente responsables y no se lucren a costa de tantos.
Sigue siendo hora de gritar que este mundo tan rico no puede tener tantos pobres. Es sencillamente inmoral y inhumano que permitamos esta injusticia en nuestra casa y en el mundo.
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