26 de junio de 2008

Aliados

Se puede decir más alto pero nunca jamás más claro: el vicesecretario del PP, Esteban Fernández Pons, ante la avalancha de duras críticas que está realizando la COPE (especialmente a cargo de Losantos y Vidal) sobre la dirección del partido, ha pedido a la Conferencia Episcopal que "ante la dura legislatura que se le avecina a la Iglesia con el PSOE, no debe permitir que su radio se cebe así con sus aliados".

Sí: ha dicho "aliados". Desde luego, en palabras kantianas, decir que el PP es un aliado del episcopado más retrógrado (y vicecersa) es un juicio analítico, es decir, un juicio en el que el predicado ya está contenido en el sujeto. Y, como el propio Kant apostillaría, lo propio de esos juicios es que "son verdad siempre y no aportan información alguna" (por la propia estructura lógica del mismo). Son redundantes.

Respecto a lo primero, que son verdad siempre, se cumple la condición: hasta donde mis conocimientos históricos alcanzan (cronológicamente hablando), la Iglesia siempre ha estado con la derecha (incluidas las dictaduras). Y respecto a la segunda característica, que no aportan información, también se cumple: Pons no nos ha dicho nada que no supiese ya todo el mundo. La novedad radica simplemente en el hecho de que lo reconozca. Con premeditación, alevosía y diurnidad. A mano armada. Como dicen en mi pueblo, "a cara perro".

Demasiado basto para dejarlo pasar. Pero lo grave es que la torpeza ("inexperiencia" lo ha llamado la misma COPE) del político en cuestión ha hecho que todo el mundo se quede sólo con lo "analítico" de la frase, con lo llamativo. Y se obvia lo primero (para mí lo más grave): "tras la dura legislatura que se avecina". Si esta "profunda reflexión" la ha concluido él solito del Congreso, "pocos cambios vamos a ver". Si no, es más torpe aún de lo que imaginábamos.

Cuando el PSOE no quiere ni oir hablar de una verdadera laicidad (o laicismo, que a mí me da igual), cuando la Iglesia sigue siendo (junto con la banca y los grandes capitales) la mayor beneficiada de la democracia, cuando sigue habiendo clases de Religión en la escuela pública (impartida por los que, a dedo, eligen los obispos, pero pagadas por todos, y sin que haya que superar oposición alguna), cuando se permite que jueces del Opus (estrechísimamente ligados, en lo ideológico, al episcopado que manda, a la COPE y a sus "aliados") dicten sentencias contra la ley, y motivados por sus creencias privadas y no por lo que ha dictado el Parlamento, etc, etc, ec y un larguísimo etc, Pons advierte de "la amenaza que se avecina".

¿De quién es la culpa de que semejantes embustes se extiendan y acaben pareciendo verdad? Exclusivamente del PSOE. El Gobierno sí que es "maricomplejines" (usando un calificativo de un personajucho de cierta pseudoradio): cuando ningún gobierno democrático sufrió mayor persecución eclesiástica, en la historia de España, como la que ha sufrido el PSOE, aún permiten que le "den la vuelta a la tortilla" y vayan de víctimas. ¿Para cuando una España laica? ¿Cuándo tendrá ZP lo que hay que tener? ¿Cuándo dejarán de lloriquear los que controlan casi todo (empresas, medios de comunicación, enseñanza y tribunales) y aún quieren más? Persecución a la Iglesia. Laicismo diabólico.

Y es que claro: estos "sociatas" quieren quitar los crucifijos de la escuela pública, cambiar los nombres de las calles con recuerdos franquistas, dejar de jurar ante la Biblia (por mucho que para mí sí pueda tener ésta un gran valor), luchar por la igualdad hombre-mujer, respetar los derechos de los que tienen otras opciones sexuales y religiosas, etc. Ataque a la Iglesia (la que en 21 siglos no consigue autofinanciarse). ¡Pero qué listos son éstos de la derecha y estos obispos! ¡Y qué acomplejados y cobardes son estos socialistas!

Y es que, como dijera la misma Biblia, "los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz".

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