18 de junio de 2008

Todavía queda justicia




Como ya es de todos sabido, la jueza instructora del caso Gallardón contra Losantos ha fallado, dándole la razón al querellante (el alcalde de Madrid) y condenando al injuriador (el opinador, que no informador, de los obispos) a pagar 36.000 euros.

También es conocida la reacción del injuriador: afirmar que si el honor del alcalde es tan barato de violar, él continuará en la misma línea. Así como la de su cadena, la episcopal COPE, que, en su web, ha manifestado su total apoyo a su locutor estrella.

Ni en el injuriador ni en sus jefes se vislumbra el más mínimo destello de arrepentimiento (eso de arrepentirse del mal y el daño hechos no debe ser muy católico, supongo). Losantos amenaza con no cambiar su línea (con lo que deducimos que seguirá con las injurias, las calumnias, las mentiras, las manipulaciones y las acusaciones sin la más mínima prueba -lo que ha sido, por cierto, la principal base jurídica de la sentencia-). Es más: es un lugar común que la cadena (es decir, la jerarquía eclesiástica) pagará la multa (quizá como gastos de ¿representación?), con lo que el mensaje de los purpurados queda más que claro: tenemos Losantos para rato. Tenemos crispación, inquina, odio y división para rato. Y eso en nombre de Cristo, claro.

No voy a reproducir la inacabable cantidad de insultos y acusaciones sin pruebas que ha vomitado esta "vergüenza del peiodismo" (me da rubor, ¿saben Vds?), ni voy a recordar la cantidad de querellas que hay interpuestas contra él por tantas víctimas españolas, heridas en su honor y en su imagen por la "radio católica". Pero sí quiero felicitar congratuladamente a la Sra. Jueza por su excelente trabajo (al que, quizá, cabe reprobar lo ínfimo del castigo). Realmente, en algo sí que lleva razón el injuriador de España: para quien tenga dinero, ya sabe cuánto de barato sale destrozar al alcalde de Madrid. Pero, más allá de estas disquisiciones menores, resalto lo importante: la Justicia española, al menos en este caso, ha dejado claro que la libertad de expresión no es exactamente igual al "derecho" (no existente en nuestra legislación) a insultar a un personaje público y a acusarlo sin pruebas. Ojalá el resto de las querellas pendientes fuesen resueltas de modo parecido (hasta que hasta a la mismísima Conferencia Episcopal empezase a salirle caro pagar tanto por el injuriador).

Teniendo en cuenta la historia que hay detrás de este caso, deducimos que, en esta sentencia, se está condenando también a la teoría de la conspiración del 11M, que se inventaron Pedro Jota y la radio de los obispos.

Aclaro en mi defensa que no estoy incurriendo, en este artículo, en lo mismo que critico: insultar y acusar sin pruebas. La sentencia ha condenado a Losantos por injurias exactamente; ergo, podemos decir de él que es un injuriador. Ya no es una mera opinión. La sentencia es mi prueba.

P.D.- Si como tememos, los obispos pagarán la multa, nos dan un motivo más (para los que estuvieran dudando aún) para no poner la cruz en la Iglesia, ahora que estamos en época de declaraciones del IRPF.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No comparto la línea de la COPE, pero comprendo la tesitura de los obispos entre tener una radio que nadie escucha o tener una radio muy influyente, pero tremendamente conflictiva para el "enemigo".
Pero los obispos tienen un límite, en la Permanente hay mayoría contraria a Losantos, hoy a mediodía hay nota de la Permanente sobre la COPE: Coronel de Palma ha presentado su renuncia y a Fede le quedan 2 días.

Anónimo dijo...

A Anónimo:
Querido amigo, parece que ya han pasado más de dos días, ¿no?
Creo modestamente que a los que manejan el cotarro de esa radio venenosa, Losantos les encanta: es la principal pieza de su tablera, y el que mejor expone las ideas de Rouco y CÍA.
Los obispos son fachas y eso no hay quien lo dude.

Rebelion

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