2 de junio de 2008

Tanto monta, monta tanto

En Sevilla se dice una expresión, en dudoso "homenaje" a los Reyes Católicos, que afirma: "tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando". Se usa para decir de dos personas que son iguales, o que han tenido la misma responsabilidad o culpa en algo, es decir, para otorgarles la misma importancia al respecto del asunto del que se trate.

Esta semana hemos asistido al juicio por lo penal contra Jiménez Losantos, por haber dañado gravísimamente la imagen pública del alcalde de Madrid, Ruiz Gallárdón, al acusarlo sin prueba alguna (como hace siempre) de "haber traicionado a las víctimas del 11M para escalar en su carrera política".

Dejando aparte el múltiple análisis que cabría hacer de lo que ocurrió en el juicio (especialmente, la sorpresa que se llevó el talibán de sacristía -en expresión robada a Luis del Olmo- al comprobar cómo los testigos del PP que llevaba, no decían lo que él esperaba), sí que queremos detenernos en una cuestión que me llama poderosamente la atención, y que no hace sino recalcar (aún más, si cabe) lo ilimitado de la hipocresía del "jugador estrella del equipo de los obipos":

Todo el que haya seguido a Jiménez Losantos desde el 11M en adelante, habrá podido comprobar hasta qué punto ha ignorado, ninguneado y expulsado de su discurso a las víctimas del 11M; esto en el mejor de los casos, pues cuando se trata de la presidenta de la Asociación de Víctimas del 11M, Pilar Manjón, no la ignoró sino que la atacó impunemente, sin piedad, ni educación ni veracidad alguna, recurriendo (por supuesto y como siempre) a sus criminales insultos. Ni el hijo de Manjón es víctima, ni su madre es familiar de víctima, ni sus familiares y amigos sufren dolor alguno, a juzgar por su postura, para la que no hay más víctimas del terrorismo que las de la AVT de su amigo Francisco Alcaraz.

Pues siendo ésta su actitud, ayer en el juicio fue de hombre salvador de tales víctimas. Las ha estado obviando durante cuatro años, pero ahora que se sienta en el banquillo de los acusados (como todos los presuntos delincuentes), se escuda detrás de tales víctimas y de su honroso y digno nombre. El diario Público ofrecía una entrevista a Pilar Manjón, en la que ella explicaba la indignación que le ha producido (a ella y a todas las víctimas de la Asociación) la sucia postura del locutor de la conferencia episcopal.

No acaba ahí la hipocresía: tras llevarse también varios años despotricando e insultando a Zarzalejos (director de ABC), contra quien también delinquió con una campaña de competencia desleal, ofreciéndose a los oyentes de la COPE para gestionarles su baja de dicho diario, ahora lo utiliza como "coartada". Pues la "prueba" que Losantos tenía para injuriar y calumniar a Gallardón eran unas palabras de Zarzalejos. Cuando, extrañado ante la lógica postura de Zaplana, Acebes y Aguirre en el juicio, habló en su televisión (la que le regaló precisamente Aguirre) por la noche afirmó: "Ahora resulta que todos dicen la verdad y el único que miente es Zarzalejos". Es decir, que él se ha llevado años llamando mentiroso y traidor al director de ABC, pero ahora lo convierte también en su escudo y baluarte. Según el talibán de las ondas, Zarzalejos ha mentido siempre menos cuando ha afirmado lo que a él le gusta leer de Gallardón.

De postre, se hace la víctima (con la ayuda y connivencia de ese otro periodista de extrema derecha que es Pedro Jota) hablando del nuevo régimen "venezolano o búlgaro que ha acabado con la libertad de expresión". Se le olvida al locutor que no sólo tiene querellas de personas pertenecientes a las instituciones político-jurídicas, como Gallardón o Garzón, sino también de otras, como el sindicato de policías (a los que acusó de delincuentes por manipular y falsear pruebas en el sumario del 11M), e incluso de particulares, como el mismo Zarzalejos.

Y de fondo, Alcaraz, haciéndose ahora la víctima del 11M, a ninguna de cuyas convocatorias acudió jamás y a cuyas víctimas también ninguneó, en favor de las de su AVT. También ahora, Alcaraz utiliza el dolor de las víctimas del 11M para declarar en favor de su amigo Losantos. Hipocresía, hipocresía, hipocresía.

Y es que, en cuestión de hipocresía y cinismo, "tanto monta, monta tanto, Alcaraz como Losantos".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo el mundo escucha a Federico

Anónimo dijo...

Las ventas de ABC se disparan tras la marcha de Zarzalejos

Anónimo dijo...

"Todo el mundo escucha a Federico", dice otro anónimo. De eso nada: hay mucha gente seria e inteligente que no tiene tiempo para bobos.
Y si así fuera, ¿qué quiere decir eso? También todo el mundo ve la telebasura, y eso no muestra que la TV tenga ninguna calidad. ¿Qué vende más: la pornografía o la buena literatura erótica? Pues eso.

Sólo quien ama vuela dijo...

La verdad es que algo tenemos que reconocerle a Federico, su capacidad de crispar no tiene límites.

Basta nombrarle para que la gente se ponga a discutir acerca de lo accesorio, no lo fundamental.

Da igual si escuchan mucho o poco a Losantos o si venden muchos ejemplares del diario grapado. Eso es accesorio.

Lo importante es que insulta, crispa y manipula la realidad a su antojo y conveniencia.

Rebelion

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