29 de abril de 2008

El hambre sigue siendo el primer problema político

Se están activando todas las alarmas pues a las hambrunas crónicas se van a unir hambrunas en muchos países por el alza de precios de alimentos básicas y/o la escasez de dichos alimentos básicos. Y eso en un mundo donde insistimos no falta comida. Por eso me sorprende que en una entrevista en una radio nacional, un responsable de la FAO dijera que el problema es que muchas personas de países emergentes están subiendo su nivel de vida y como consecuencia su nivel de consumo y no se ha aumentado la productividad agraria al mismo ritmo. Me da pavor escuchar esto pues se soslayan otros “problemillas” a mi entender mucho más determinantes:
  • Quizás influya que mucho del grano que se produce en el mundo no va para alimentación humana, sino para ganado, para que los ricos comamos carne cuando queramos. Y es que una vaca nuestra come mejor que muchas personas. Para producir 1 kg de carne hacen falta muchos quilos de cereales que pueden alimentar a muchas personas. Es decir, es un auténtico despilfarro el comer tanta carne, el comer al nivel que lo hacemos.

  • Esto de la carne es sólo un ejemplo que nos demuestra que nuestro nivel de vida aplicado a todo el planeta se hace insostenible, y para que fuese posible habría que seguir esquilmando el planeta hasta que se haga insostenible (si no lo es ya). Quizás sea verdad eso de que necesitamos vivir sencillamente para que otros puedan sencillamente vivir.

  • Quizás influya el boom de los biocombustibles, que además de acarrear la destrucción de selvas, hace que se destinen a nuestros coches muchos millones de hectáreas de cultivos que podrían alimentar a muchas personas.

  • Quizás influya también que siempre hay especuladores que acaparan recursos (en los mercados locales) y especuladores (en Nueva York y Londres) que juegan con los precios internacionales de los productos básicos para así aumentar las ganancias a costa de la vida de muchos.

  • Quizá influya un modelo de producción industrial orientado a la exportación que se pasa por el forro la soberanía alimentaria. Si queremos asegurar la vida de todas las personas que compartimos este planeta, debemos conseguir la soberanía alimentaria, para que cada país pueda, con sus recursos alimentarse a sí mismo, y si le sobra que lo exporte. Sin embargo, imponemos a muchos países explotaciones inmensas para la exportación (para pagar la maldita e inmoral deuda externa), mientras su gente pasa hambre.
Por tanto no creo que el problema sea que los pobres coman más y que haya que aumentar la producción de alimentos, sino cómo se organiza la producción y hacia donde va esa producción.

Presionemos a nuestros gobiernos para que hagan del hambre y sus causas su primer problema y planteemonos seriamente nuestro nivel de vida

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