7 de abril de 2008

Las FARC contra una mujer inocente

Desde hace seis años, las FARC tienen secuestrada a una mujer, Ingrid Betancourt, para presionar al gobierno de Uribe. Pero, ¿para presionarlo sobre qué?: ¿Para luchar por la liberación del pueblo colombiano de la opresión del neoliberalismo global? ¿Para protestar por las masacres que los paramilitares llevan décadas perpetrando contra la población civil? ¿Para exigir que se les devuelvan las tierras a cientos de comunidades pobres que fueron deportadas, para ceder sus territorios a la explotación de multinacionales americanas? ¿Para protestar contra Uribe, por haber utilizado al ejército y a los paramilitares -con el obvio apoyo de EEUU- para sofocar posibles revueltas pacíficas de los campesinos?

Realmente, no lo sé. Quizá pudo haber un tiempo en que la guerrilla tenía como fin luchar por la liberación del pueblo oprimido. Pero, ¿es eso real hoy día? Cuando hablamos con los colombianos que viven en España, todos lo niegan rotundamente; dicen de las FARC lo que ya muchos españoles dicen de ETA: que es un negocio, un modo de vida. Que tienen la excusa de luchar por el pueblo como subterfugio para enriquecerse con el narcotráfico. Y yo les creo.

Primero, porque es un hecho comprobado que se nutren económicamente del negocio de la droga. Y eso ya me mosquea: ¿es coherente luchar contra una lacra social, promoviendo otra -que perjudica a millones de seres humanos- y beneficiándose de ésta?

Segundo, porque, desde mi punto de vista, el fin no puede justificar los medios. Aún suponiendo que lo único que preocupara a la guerrilla fuese la liberación del pueblo colombiano, ¿es éste el camino? La verdad es que me parece abominable que se usen medios como el secuestro de personas inocentes, que estaban en el sitio equivocado en el momento equivocado, para reclamar ningún fin político. Medios tan deplorables sólo pueden apuntar a fines deplorables.

Y tercero, porque no creo que las FARC se crean que ésa es la solución (como estoy convencido de que ETA tampoco se cree que matar gente les dará la autodeterminación o la independencia).

Desde luego, espero que nadie interprete estas palabras como una justificación de la política de Álvaro Uribe (sicario de los intereses USA en la región, y financiador de los paramilitares en sus ataques a la población pobre). Para mí, Uribe es otro asesino.

Pero, ¿los secuestros de inocentes son la forma en que la izquierda ha de hacer la revolución? Lamentablemente, creo que eso sólo sirve para justificar que siga la represión, que se siga perpetuando el sistema neocolonial (globalizado, neoliberal), que se asocie "izquierda" o "revolucionario" a "terrorista", y que, y esto es lo más grave, los muertos los siga poniendo el pueblo.

Las FARC tendrán que demostrar si de verdad siguen pareciéndose en algo a su origen; tendrán que demostrar que les importa la liberación del pueblo en América Latina; tendrán que demostrar que aún creen en la revolución. Más aún, tendrán que demostrar que son revolucionarios de izquierdas y no terroristas. Y para ello deberán dejar inmediatamente de utilizar medios terroristas. Deberán liberar, de una vez por todas, a Ingrid Betancourt. Por el bien de un ser humano inocente que no tiene culpa de nada, por el bien del pueblo colombiano y por el bien de la izquierda revolucionaria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien por la izquierda honesta, limpia, crítica. Así se dice.

Rebelion

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