Pasada por agua, ayer disfrutaba de una tranquila comida en la caseta, mientras veíamos la portada y las calles sin farolillos. La gente llegaba poco a poco aprovechando un claro en medio de la fuerte lluvia que habíamos sufrido sin descanso. Después me volví a casa cogiendo sin problemas un taxi.Al rato mientras descansaba en el sofá, me impactaron las imágenes de la televisión. Lejos del Real, en el poblado de chabolas del Vacie 30 casas habían quedado completamente inundadas y las calles (por llamarlas de alguna manera) se habían convertido en pequeños riachuelos o balsas de agua donde los niños aprovechaban para jugar. En medio del desastre cientos de cubos con los correspondientes ramos de claveles.
La lluvia ha dado al traste con una parte importante del sustento de estas familias que se dedican a la venta de claveles a los que vamos a pasarlo bien bailando, comiendo y bebiendo.
Me quedé un poco abrumada, a salvo en mi casa sin goteras.
El Vacie sale a la luz de ven en cuando en prensa y radio por distintos motivos. Sirva esta ocasión para reivindicar una vez más que se le de una solución definitiva, porque estas personas también tienen derecho a una vivienda digna.
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