18 de enero de 2008

Primera mentira y primera verdad de Manuel Pizarro

Manuel Pizarro, segundo en la lista del PP a las generales del 9M, ya ha dicho su primera verdad y su primera mentira. Y no ha hecho más que empezar: en cuanto ha abierto la boca. Y eso que es ex-presidente de Endesa (es decir, que procede de "la clase trabajadora", como podemos comprobar, la "clase a la que defiende el PP").

La mentira ha sido ésta: ha afirmado que hay que bajar los impuestos porque el dinero tiene que estar en las manos del contribuyente, en las manos de los ¡¡¡accionistas!!!, que son...¡¡¡la mayoría de los españoles!!! ¿Se lo pueden Vds creer? Dice que la mayoría de los españoles somos accionistas. ¡Claro! Es lo que tiene venir de las altas élites del capital. Que se piensa así, con criterios de gran capitalista.

Una pregunta sencilla: ¿conocen Vds a mucha gente accionista? ¿Son grandes o pequeños accionistas? La mayoría de las personas que Vds conocen, ¿son accionistas? Pues eso.

Y la verdad ha sido ésta: tras decir que, "venía a sudar la camiseta" afirmó que "venía a trabajar en primer lugar, para el bien del partido, y después para el bien de los españoles". Repito, moviola (siguiéndole el símil futbolístico): "EN PRIMER LUGAR, PARA EL BIEN DEL PARTIDO; y después, para el bien de los españoles". Ha dicho su primera verdad. Y está grabado, ¿ha quedado claro?

Pues él es el segundo de la lista del Partido Popular. Feliz fin de semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y qué ocurrirá cuando el bien del PP se contradiga con el bien de la inmensa mayoría de los españoles, lo que sucederá constantemente? El principal lobby que tendría un supuesto gobierno popular sería el de las clases económicas más altas: grandes empresarios, grandes industriales, accionistas mayoritarios, inversores de capital extranjero. ¿A quién iría a escuchar Pizarro: a los que estén dispuestos a "sanear" la economía pagando unan buena "morterada" por empresas públicas, o a los "trabajadores de cuello azul" que van de la mano de sindicatos de izquierdas?
¿Al humilde oficinista del BBVA o a sus socios accionistas mayoritarios? ¿Al maestro de escuela o a votantes tipo Alejandro Agag (yerno de Aznar)?
Por cierto, Agag acaba de tener su tercer hijo; sus niños se llaman Alejandro (por el padre), Rodrigo (¿por el Cid Campeador?) y Pelayo (¿por Don Pelayo?). Esto último era una broma de adorno.
No hay que extrañarse de que uno de los primeros en alegrarse y celebrar públicamente la elección de Pizarro haya sido, precisamente, Emilio Botín, principal propietario del BSCH. Pizarro es su representante, su principal avad. Y el PP es su partido. Es obvio.
Como tampoco hay que extrañarse de que quien "le ha acompañado de la mano" en su primer mitin (esta mañana en Carabanchel) haya sido Esperanza Aguirre.
Las cosas cuadran a la perfección.
Que Agag, Botín, Amancio Ortega, los Ruiz Mateos, etc, etc, los voten, es lo lógico.
Lo que ya entiendo menos es que ese número anónimo de ciudadanos de a pie (de los que pagan hipotecan y van al paro por maniobras bursátiles) paguen, con su voto, el látigo con el que serán fustigados.
Aunque, claro, ese discurso es decimonónico: aún cree en la diferencia de clases sociales y económicas. El PP niega esa diferencia. Somos, dicen, todos iguales: los que viajan en primera en avión (privado, que aterrizarán en el aeropuerto privado que les va a construir Aguirre) y los que hacemos cientos de kilómetros de autopista; Botín y yo. Iguales. Eso.

Rebelion

Web Analytics