14 de noviembre de 2007

El PP contra los partidos xenófobos

El PP, por medio de su portavoz, Eduardo Zaplana, ha solicitado (junto a IU) la ilegalización de los partidos xenófobos, así como la prohibición de la manifestación que Falange tenía anunciada para el próximo sábado (y frente a la que el Gobierno poco puede hacer, pues ha sido autorizada por el TSJM). Sí ha sido prohibida la manifestación ultraderechista de Alianza Nacional.

Queríamos comentar la posición del PP al respecto. Es evidente que esta web no es precisamente un espacio de alabanzas al PP, pues nos situamos en sus antípodas ideológicas y no estamos de acuerdo con su forma de pensar y actuar. Pero eso no debe nunca hacernos perder, al menos, el intento de ser objetivos (o lo más objetivos posible).

Recientemente aplaudíamos el gesto de Mons. Rouco Varela (también muy criticado aquí en otras ocasiones), de reabrir la Parroquia de San Carlos Borromeo de Madrid, y ahora aplaudimos la actitud del PP hacia los partidos y las manifestaciones ultraderechistas. Como no podía ser de otro modo.

Sí manifiesto una duda (y créanme, por favor, que se trata de una duda y no de una crítica irónica): si este paso del PP ha sido dado por convicción real del partido o por intereses electorales.

Justifico mi duda:

El PP se tiene que estar dando cuenta de que su excesivo escoramiento hacia la derecha más extrema, le va a pasar factura electoral (pues el español medio, incluido el de derechas, no es de "extrema derecha"). En ese sentido, un gesto político como atacar a los partidos ultra, podría ser muy rentable (especialmente, entre el "mercado electoral" de "los indecisos"). Por otro lado, si se ilegalizan partidos de extrema derecha, los votos que se pudieran rescatar de ahí irían, ineludiblemente, al PP (pues no van a ir a la izquierda).

La otra razón que justifica mi duda es la postura oficial del partido en otros márgenes similares, como su posición inicial frente a la Ley de la Memoria Histórica (con concesiones finales, hechas con cuentagotas), su posición frente a la eliminación de símbolos franquistas, y su alineamiento descarado con los medios de comunicación escorados hacia la derecha más extrema. Todo ello, en principio, parecería incoherente.

Pero, en cualquier caso, el PP tiene la oportunidad de demostrar su "coherencia" con el gesto de Zaplana, denunciando también el tinte xenófobo de algunos periodistas y medios muy afines a él, y cambiando su política de crispación, falsedad y traición.

Y ojalá lo hiciera. Yo, desde luego, pretendo que mi crítica alcance también a mis posibles prejuicios ideológicos, y que me aliente siempre a la búsqueda de la verdad y la justicia, por encima de consignas estereotipadas, de corte partidista o ideológico. Como demócrata que me considero, jamás pretenderé la eliminación de la derecha (ni política ni mediática) aunque prefiera siempre (eso sí) que no gane. Pero una reforma del PP hacia posiciones más moderadas, más liberales (en sentido político, no económico), más centradas y menos extremistas, es algo que yo firmaría con los ojos cerrados. Ojalá en España hubiese una derecha más europea y menos norteamericana.

En todo caso, la presunción de inocencia es un derecho de todos y, mientras no se demuestre lo contrario, prefiero aplaudir el gesto del PP contra la ultraderecha que manchar mi reconocimiento con dudas personales, en principio no probadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si el PP está contra el racismo, ¿por qué no fue anteayer a la manifestación de condena de Madrid, como sí fueron PSOE e IU?
Esto es electoralismo puro. Una gente tan facha como ésta del PP, es imposible que no sean racistas. Vds mismos, en otros artículos, habéis hablado del racismo de la emisora de radio del PP: la Confederación y Organización de Peperos de España.

Rebelion

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