18 de noviembre de 2007

Sindicalistas empresarios

María Jesús Paredes y Francisco Baquero son dos empresarios que tienen acumulados más de dos millones de euros en patrimonio inmobiliario. Hasta aquí nada raro. Incluso se podría decir que, para ser empresarios, no tienen demasiado capital ("sólo más de dos millones de euros"). Pero la cosa empieza a ser paradójica al tratarse de dos cargos importantes del sindicato CCOO.

Ella es secretaria general de Comfia (la federación de servicio financieros de CCOO -¿sabíais que los sindicatos tienen semejantes organismos?-); y él (a la sazón, su pareja) es miembro de la Ejecutiva de Comfia.

Ella fue, de hecho, la encargada de presidir el último congreso de CCOO, y su discurso enardeció tanto al PP (¡pero en positivo!) que algunos de sus filas "la quieren fichar para ir en su lista".

No sé en qué parte de la película me he perdido pero NO ENTIENDO ABSOLUTAMENTE NADA. A mí me explicaron que los sindicalistas son los representantes y defensores de los trabajadores, en su lucha dialéctica contra el capital, que les explota. Ellos son (aseguran por ahí) los que nos defienden al proletariado, de la voracidad de los empresarios cuando nos roban la plusvalía.

Que Espe construya un aeropuerto para jets privados, pagado con el dinero de los trabajadores madrileños (los que jamás van a disfrutar dicho aeropuerto) es normal. Que los obreros paguen sus impuestos para exclusivo uso y beneficio de los ricos, es algo que entra en la "lógica" del PP (quiero, decir, en la sinrazón de la derecha ultracapitalista y neoliberal).

Pero, ¿que dos altos cargos de CCOO sean empresarios? ¿Qué rol asumirán a cada momento? ¿No se les olvidará que son sindicalistas cuando tengan que luchar (o negociar) con la Patronal? ¿Cómo podrán cambiar de "chip" a cada momento? Si yo tuviera alguna duda sobre si afiliarme o no a CCOO, ésta ya se habría disuelto de inmediato. Con amigos así, ¿quién necesita enemigos?

Quedo a la espera de ver si algún dirigente del PP ficha por el movimiento alter-globalización como uno de sus líderes; o si el Papa abandera la causa de los gays y lesbianas. Esto es el mundo al revés.

Con líderes sindicales de este tipo, como diría Gomaespuma, creo que la situación de los trabajadores en España va a atravesar unos momentos.

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