3 de noviembre de 2007

Más sobre El Arca de Zoé

Pasan los días y el asunto está más tranquilo. Al menos para los españolitos de a pie, porque las familias de los detenidos estarán en un sinvivir constante hasta que vean a los suyos aquí, libres de culpa. También ayuda la lectura de la sentencia del 11M al olvido de esta noticia.

Nos mojamos en su día con este asunto dudando de la actuación periodística, así que nos vemos en la obligación de seguir su devenir.

Pasado el shock inicial, algunas cosas van aclarándose: No es un asunto de pederastia, no se sabe si los niños son huérfanos o no (a pesar de las declaraciones de la represetante de ACNUR) ni tampoco si son del Chad o de Sudán; por otro lado, parece que hay un especial interés del gobierno dictatorial de Chad por castigar a los imputados.

Por otro lado, tampoco parece tratarse de un asunto de adopción internacional, aunque aquí hay que hilar muy fino. Sí parece que la organización no dudó en recurrir a familias que esperaban que la acogida finalizara en una adopción. En Andalucía, no sé si en el resto de España es igual, está prohíbido mezclar acogida y adopción, de manera que ninguna familia con un menor en acogida puede adoptar (salvo acogimientos preadoptivos, claro). Precisamente porque es muy difícil que aquellas familias que esperan un hijo adoptivo distingan que el menor que tienen en casa estará sólo una temporada.

Vistas las cosas, parece claro que la ONG ha actuado con una falta de escrúpulos total, aún con buena fe se pueden tener pocos escrúpulos. Si bien es necesario respetar siempre los derechos del otro, hacerlo con los de unos niños es de obligado cumplimiento. Ni siquiera por su bien. El arca de Zoé ha actuado con tanta ligereza que ni siquiera ellos saben de dónde son los niños, ni si son huérfanos o no. Cuando menos, los miembros de la organización se han dejado llevar por el entusiasmo vano de su presidente, embarcándose en una aventura en la que había que salvar de la guerra a "pobres niños", aún por encima de sus derechos. Incluso engañando a las autoridades chadianas. Con buena voluntad (hasta que no se demuestre lo contrario) pero con muy pocos escrúpulos. No será la primera vez que advirtamos de la necesidad de conocer a las organizaciones en las que confiamos nuestra solidaridad.

Aún así, el tema sigue planteando muchas dudas: No sabemos qué ocurre con los tres periodistas, ni por qué se les mezcla con los otros seis franceses (los nueve franceses, dicen), en algún vídeo se ve que son indpendientes de la organización, incluso ponen en aprietos al presidente en una entrevista, conociendo la forma de pensar europea es muy extraño que no se haya levantado ya la voz para que los suelten, en defensa de la libertad de prensa; tampoco sabemos cómo han usado medios de la fuerzas francesas sin que el gobierno haya caído en que lo que querían hacer es ilegal; por último está la eterna duda de hasta qué punto el "affaire" guarda relación con la intervención militar de Francia en la zona.

No hay comentarios:

Rebelion

Web Analytics