23 de octubre de 2007

Amor de madre

Me quedo hoy con un gesto: el de una madre, Rocío, que da su vida por su hija Noara, o por lo menos un poco de ella, ya que donará parte de su hígado para remediar los graves problemas hepáticos que su hija sufre.

Y esta madre ha necesitado de un permiso judicial para hacerlo porque era menor de edad, ya que tiene 17 años. La cuestión es que su hija necesita urgentemente de ella y no puede esperar hasta la mayoría de edad.

Y de este gesto varias reflexiones:
  • Desde el tópico, a veces no exento de verdad, de que la juventud de hoy es la de la botellona, la indolente, la de falta de valores... hay que decir que no toda, que algunos jóvenes son capaces de estos gestos.
  • El amor de madre que es capaz de arriesgar su vida por su hija... y el de la soledad como esposa o compañera porque, por cierto, el padre de la niña nada quiere saber del tema.
Pero sobre todo, Rocío representa la esperanza y la lucha, porque desde el primer momento en que supo la dolencia de su hija no se desanimó sino que removió cielos y tierra para que Noara pueda disfrutar de un futuro que la naturaleza parece negarle.

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