9 de octubre de 2007

Trabajando por la unidad de España

Ya hemos dicho en otras reflexiones quién es español y quién no. Bueno, en realidad, nosotros no lo hemos dicho; fue Don Mariano Rajoy (y sus huestes) quien nos lo explicaó amablemente.

Y también nos explicó (con la ayuda de la COPE y El Mundo) cómo el gobierno de ZP ha tenido, como principal objetivo de su legislatura (o quizá el único) romper España, desgajarla, destrozarla. Así, ha hecho cosas encaminadas sólo a dividirnos y a hacernos pelear a los españoles.

Por ejemplo, ZP intentó destrozar España luchando por acabar con el terrorismo de ETA "por medio del diálogo(!!!!!!!!!!!)", cuando todos sabemos que, de haber conseguido tener éxito, "eso habría roto España" (pues, si desaparece ETA, ¿cómo se van a unir los españoles "contra el terrorismo"?).

También ha intentado cargarse España sacando la ley de la memoria histórica que, como muy bien dicen el PP y los obispos, sólo sirve "para reabrir las heridas". ¿A qué viene eso de pretender, ahora, que se haga justicia con las víctimas del franquismo? Eso es tener ganas de sembrar cizaña.

Ha intentado también romper España atacando a las familias españolas (las buenas, quiero decir, las de los valores y el orden, las formadas por marido, mujer e hijos, cuantos más, mejor) al casar a los homosexuales (¿habrase visto?) y al aprobar la ley de Violencia de Género, que, lo que hace es fomentar los divorcios (a la primera torta, ya se quiere separar la mujer). Por no hablar de la ley del "divorcio expréss", claro ejemplo de ataque a la unidad de España, pues separa lo más sagrado de España: el matrimonio.

Para colmo, en ese obsesionado afán de romper España, ZP permite que en el Ayuntamiento de Rentería no se ponga la bandera de España, y no mete a esos malnacidos en la cárcel. Después, para disimular y manipularnos, encarcelan a los de Batasuna por ser un partido ilegal y antiespañol.

Menos mal que, en este horrible contexto, la Conferencia Episcopal Española y el PP van a asistir, el próximo otoño, a la beatificación en Roma de 498 mártires de la República, durante la Guerra Civil. Sí, señor: eso sí que es luchar por la unidad de España, coño. Eso está muy bien: a aquéllos que dieron su vida por la Patria, por salvar España del rojerío y la bazofia, hay que llevarlos a los altares, junto a San Josemaría Escrivá de Balaguer, que fue también otro español de pro. (No nos consta si, sobre aquél que, tras la guerra, se quedó salvando España unos cuarenta añillos, se va a abrir o no otro proceso de beatificación).

¡Ayyyy! ¿Qué sería de la unidad de España si el PP, la COPE y los obispos no la salvaran? Pues que seguiríamos, por mucho tiempo, en manos de estos masones ateos y antiespañoles. No quiero ni pensarlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo en que es muy cuestionable el asunto de la beatificación de los "mártires de la República". Hecho del que, por cierto, ningún Papa quiso saber nada desde Pío XII a Pablo VI. Sólo Juan Pablo II aceptó la causa, que acaba durante el reinado de Benito XVI.

¿Por qué ahora? Justo cuando desde sectores próximos a la Iglesia se cuestiona el proyecto de ley de memoria histórica.

¿Por qué sólo 7 laicos de entre 498 mártires? Hubo muchos más laicos que religiosos muertos en el conflicto.

¿Por qué sólo los de un bando? También murieron católicos, por defender su fe, a manos del bando "nacional".

Pero tampoco es justo suponer que los 498 mártires dieron su vida por la Patria, por salvar España del rojerío y la bazofia. Es muy probable que la mayoría de ellos sólo estuvieran en el lugar equivocado a mala hora, sin ninguna pretensión "activista" por su parte. Me ha impactado saber que casi la mitad de ellos tiene 20 años o menos.

Anónimo dijo...

El 26 de junio apareció en elpais.com un artículo muy interesante de Julián Casanova sobre este tema. Se titula Franco, la Iglesia católica y sus mártires

Se recomienda su lectura en este enlace.

Anónimo dijo...

Para Iuqep:
Evidentemente, acepto su crítica o matización sobre lo de que "los 498 mártires no lo fueron todos por salvar España del rojerío". No le puedo quitar la razón, querido lector.
Lógicamente, no tengo todos los datos de los detalles; estaba ironizando, por supuesto (como en todo el artículo en general).
Pero, en todo caso, le acepto la crítica y se la agradezco.

Rebelion

Web Analytics