19 de octubre de 2007

Apostasía

Un Tribunal de Salamanca acaba de darle la razón a un ciudadano que había denunciado a la Iglesia por negarse a borrar sus datos personales de sus archivos. Finalmente, la base jurídica de la sentencia ha sido que esta postura eclesial atentaba contra la ley de protección de datos.

Esto va a sentar jurisprudencia y van a "salir del armario" muchos vecinos deseosos de desvincularse definitivamente de esta institución. De momento, parece ser que, sólo en España, hay una lista de espera de TRES MIL personas que desean apostatar.

¿Que por qué esperan? Pues porque, hasta ahora, la Iglesia se había negado a colaborar. Los potenciales apóstatas solicitaban de la jerarquía eclesiástica que les borraran de sus ficheros, pero la Iglesia se limitaba a "poner una nota" en la que hacía constar que el individuo en cuestión "solicitaba la apostasía".

¿Por qué ese empecinamiento en negarse a un derecho humano o tan básico como la intimidad, la protección de los propios datos y, sobre todo, la libertad personal? ¿Con qué derecho la Iglesia se obstina en mantener a la gente en sus archivos, CONTRA LA VOLUNTAD DE LA GENTE?

Pero a mí me interesa más, inmensamente más, esta otra cuestión: ¿No se planteárá la jerarquía eclesiástica POR QUÉ TANTA GENTE QUIERE APOSTATAR, contando con lo pesado del proceso, y el trabajo y la inversión de tiempo que supone? No es ya que se abandone, de hecho, la Iglesia. Es que la gente (cada vez más personas) quieren NO TENER ABSOLUTAMENTE NADA QUE VER CON LA INSTITUCIÓN ECLESIAL. ¿No se plantearán los obispos el por qué de esto? ¿Creerán, de verdad, que es el resultado de una conspiración judeomasónica, financiada por la izquierda política?

¿O no será, tal vez, porque la gente ya está absolutamente harta de que, al igual que el PP se intenta apropiar de los símbolos españoles, la jerarquía eclesial se apropie el poder sobre toda la Iglesia, la verdad absoluta, la redención de todos los hombres, los valores evangélicos, las interpretaciones teológicas y hasta "al mismísimo Dios"?

Ah, y la memoria histórica. También se apropian la Historia.

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