12 de octubre de 2007

No me siento español

Sí, han leído bien. No me siento especialmente español. O dicho de otro modo: no me parece un especial motivo de orgullo. Y no soy vasco, ni catalán, ni gallego, ni nada. Soy andaluz, y no nacionalista.

Pero sigo sin encontrar ese motivo especial para sentirse orgulloso de "ser español" ¿Por qué? Parece que la bandera es una especia de "Hostia sagrada" y la Constitución una Biblia. ¡Y a ver quién no defiende "España"!

¿De qué debo sentirme orgulloso? ¿De un país que participa en la masacre de Irak y, si no llega a ser por el 11M, "eleva a los altares de la Moncloa" al mismo partido de dicha guerra? ¿Debo sentirme muy orgulloso de un país tan desmemoriado e insolidario?

¿Debo sentirme orgulloso porque, hace ya muchísimos años, España se comprometió a dar el 0`7% del PIB para el desorrollo de los países empobrecidos y, a dí de hoy, no llega ni a la mitad? ¿Debo sentirme orgulloso de pertenecer a un país que aspira a "ponerse al día en la venta de armas"?

¿Orgulloso de un país que se automasacró hace poco más de setenta años y que, a día de hoy, sigue manipulando y mintiendo sobre aquella barbarie? ¿Orgulloso de un país que nos tuvo tiranizados durante cuarenta años, y en que el principal partido de la oposición (el que quiere obligarme a sentirme español) se niega a condenar al dictador que nos tiranizó? ¿Orgulloso de que los obispos y clero de ese país vayan a Roma a celebrar canonizaciones en masa de "caídos del bando del dictador"?

¿Orgulloso de un país que sólo abre las puertas a los inmigarntes pobres cuando le hace falta para mano de obra barata?

¿Orgulloso de un país en el que se encarcela a la gente por "pertenecer a partidos ilegales" o "quemar fotos del Rey"?

¿Por qué motivo me quieren obligar a sentirme orgulloso? Anoche, en TVE1, decía Isabel San Sebastián (periodista ultra del PP) que, entre otras muchas cosas, teníamos que sentirnos orgullosos "por haber descubierto América y haberles llevado nuestra cultura a los indios". ¡Qué bárbaro! Debo sentirme orgulloso de esa página de nuestra historia en la que les decíamos a aquellos indígenas desgraciados: "¿Quieres nuestra cultura y nuestra religión católica, sí o sí? Si no la quieres, tenemos un amplio muestrario de torturas. A propósito, indito lindo: te cambio ese oro (que no vale para nada) por este espejito y este sonajero". Pues no, no me siento especialmente orgulloso de ello.

¿Orgulloso de un país en el que se usa el terrorismo como arma electoral? ¿De un país en el que, si eres andaluz y te paseas por el resto de España, te dicen: "Vds no trabajáis nada, sólo queréis fiesta y cachondeo"; o si eres catalán, te llaman tacaño; o si eres vasco, te llaman terrorista? ¿Orgulloso de un país del que, en la capital del Reino (Madrid) dividen a España entera en "Madrid y provincias"; y cuando vas a Madrid te preguntan si "eres de provincias"?

Pues no. Hoy lo políticamente correcto es que hay que pelearse para ver quién es (o se siente) más español. Y todo el mundo, corriendo a saco a caer en la red de esa trampa.

Pues lo siento, señores, si os he defraudado. Nací en España pero no me parece ningún orgullo especial. Prefiero sentirme ciudadano del mundo, ciudadano del género humano, de la gran familia humana. ¿Puedo? ¿Pasa algo? ¿O me meterán también en la cárcel?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante, que manera de manipular la Historia...y todavía creerás que llevas razón,pues nada hijo, hazte albanokosovar.

Anónimo dijo...

¿Pero por qué me tengo que hacer albanokosovar ni nada? ¿Es que no sabes ver el mundo si no es con "las gafas patrióticas"? Que no, hombre: que la patria es un mito y un dogma más, en cuyo nombre ha matado y ha muerto mucha gente.
En nombre de Dios, la patria y el rey mandaban a morir a los chavales jóvenes de las familias pobres. Desde luego, el rey no moría nunca por Dios, la patria y él mismo.
Siempre el mismo rollo: los ricos inventan el concepto de patria y, después, los muertos los pone el pueblo.
Como en EEUU: mandan a Irak a los desgraciados parados y a los afroamericanos, pero de los cuatrocientos y pico congresistas que hay en USA, sólo uno tenía un hijo allí, muriendo pr la patria.
Que no puede ser: que no me podéis imponer que me sienta español. Y no soy por eso peor que tú, desde luego.

Rebelion

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